CRÓNICA MARCHA
15-S, ACCIÓN NACIONAL REVOLUCIONARIA
Hace apenas un mes y medio, el 1 de agosto, se lanzó
un Llamamiento firmado por Acción Nacional Revolucionaria (ANR)
con el objetivo principal de buscar la
Unidad de Acción entre diversos colectivos patriotas, asociaciones y camaradas
autónomos que asumían en un sentido amplio la tendencia ideológica Nacional y
Revolucionaria, sin entrar en purismos ideológicos, pero con unos límites
infranqueables frente al populismo electoralista y la nostalgia estéril.
A través de la red social de facebook, un blog y una
dirección de correo electrónico se comenzaron a recibir adhesiones personales
de activistas autónomos, militantes de base de diferentes organizaciones, así
como de colectivos y asociaciones de gran parte del territorio nacional e
incluso del extranjero, mostrando su apoyo y colaboración real, no sólo
palmaditas en la espalda como estamos acostumbrados hasta ahora.
En el espacio de un par de semanas se nombraron
coordinadores de zona de diferentes localidades y provincias, que funcionaban
también como administradores en la red social y en sus localidades para ir
dando las consignas unitarias a todos; así fue como se marcó el objetivo
prioritario tomado por ANR como “prueba de fuego” de acudir a una marcha
convocada para el 15 de septiembre bajo el lema. “La crisis se llama
democracia”: Contra la usura bancaria, los políticos corruptos y los sindicatos
traidores.
Durante un mes se desarrolló de forma coordinada una
acción de propaganda conjunta consistente en la colocación de decenas de miles
de pegatinas con el lema: “Contra la derecha por burguesa y reaccionaria:
¡Revolución!, Contra la izquierda por apátrida y amoral: ¡Patria!”; además de
decorar muchos muros de nuestras ciudades con pintadas, murales y algunos
repartos de octavillas con las siglas ANR, demostrando que la escasez de medios
económicos no debe ser disculpa para no poder difundir nuestro mensaje.
En este corto espacio de tiempo, aparte de las
adhesiones señaladas también hemos recibido críticas negativas, unas veladas y
otras más directas, seguimos sin entenderlas y seguimos pensando que ni
siquiera se han leído nuestro llamamiento, no han entendido nuestros objetivos
o quizás hayan considerado que somos “competencia”, cuando si se parasen a
pensar un poco podrían vernos sino como integrantes oficiales de un proyecto
más amplio de cariz político, si aliados al menos circunstanciales como activistas
que todo proyecto social y nacional
necesita, militantes comprometidos y disciplinados como hemos demostrado hasta
ahora si seguimos limando errores pasados, tratando de eliminar el exceso de
parafernalia friki, de simbología
demonizada o de lemas y estrategias tanto nostálgicas como populistas.
Así fue como llegamos a la fecha del 15-S; a través
de los coordinadores de zona se quedó en un punto de reunión en Madrid a partir
de las 3 de la tarde para una vez allí salir juntos hacia el lugar de comienzo
de la Marcha, el desplazamiento lo realizamos en Metro, gritando las primeras
consignas y colocando propaganda de ANR a nuestro paso, sin el mínimo incidente
hasta llegar a la salida de metro donde fuimos recibidos por un amplio
despliegue policial que nos retuvo el tiempo necesario para no llegar puntuales
a la hora prevista de inicio de la marcha, desde ahí fuimos escoltados hasta la
calle Ferraz a la altura de la sede del Psoe.
En unos minutos se desplegaron las pancartas, se
montaron las banderas en los mástiles y nuestro bloque compacto formó en la
cola de la manifestación encabezada por las organizaciones convocantes.
Acción Nacional Revolucionaria marchó conjuntamente
junto a los camaradas de Vieja Escuela Madrid (VEM), su pancarta con el lema: “Por
una Nueva España” encabezaba el bloque NyR junto a otra pancarta: “Contra el
Capìtal, Lucha Radical”. Otros lemas rezaban: “La usura es el cáncer del
mundo”, “Nuestra Sangre frente a su oro”,…así como decenas de banderas negras
con la cruz céltica y banderas españolas con el águila bicéfala.
Desde el primer momento de la marcha no se dejaron
de corear lemas acordes con la convocatoria de la misma, teniendo presente que
la lucha social no puede ir desligada de la lucha nacional, se trató, y casi al
100% se consiguió, gracias a los encargados de turnarse con la megafonía, no
dejar a la espontaneidad y al capricho y gusto de cada uno, ni los gritos ni la
simbología de nuestro bloque, se podrán mejorar algunos detalles en próximos
actos en cuanto a formación en la marcha, pero en líneas generales, el trilema
fascista: “Creer, obedecer, combatir” fue asumido por la gran mayoría desde los
primeros pasos que ha dado esta Coordinadora.
Varios discursos se pronunciaron entre el comienzo
de la marcha y su final, el primero a la altura de la sede del Psoe, el segundo
bajo la sede del Pp en la C/ Génova, la cual permanecía totalmente protegida
por cientos de miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y sus
furgones, pese al cerco, se logró colocar una pancarta recordando que el PP es
cómplice de ETA, en alusión a la excarcelación del etarra Bolinaga, asesino de 3 guardias civiles,
entre ellos el hermano de un camarada asturiano, al que quisimos mostrar
nuestro apoyo de esta forma.
A mitad de la marcha se encendieron bengalas y
arrojaron botes de humo, arreciando los gritos de: “España: Libre, Social,
Nacional”, “Europa, Nación, Revolución”, “Esta democracia nos miente y nos
engaña” y referencias que aunque no directamente relacionadas con la
convocatoria de carácter social dieron la nota de color y diversión a
participantes y espectadores: “Madrid será la cuna del fascismo”,
“¡Bolinaga…muérete!”, “¡Carrillo…muérete! (este último grito premonitorio de su
muerte 3 días después).
Para continuar la marcha hasta cerca de la Plaza de
Colón donde otro de los convocantes pronunció un discurso final contra la Banca
usurera, la corrupción de los políticos y la traición de los sindicatos del Sistema.
En nombre de la Coordinadora de Acción Nacional
Revolucionaria no creemos que tengamos que agradecer la presencia de nadie,
pese a que nos consta el esfuerzo de muchos al acudir; lo creemos un deber
moral que va relacionado con la conciencia militante de cada uno, existen
disculpas asumibles y verdaderas y existen excusas banales, cobardes e
inexplicables, existen argumentos incoherentes y contradictorios y existen argumentos constructivos para
criticarnos y que podemos rebatir o asumir en parte. Incluso dentro de nuestro
bloque en la marcha existían diferentes sensibilidades ideológicas y rencillas
ajenas a la política que se han limado quizás por primera vez en muchos años.
Podríamos coincidir en nada, poco o mucho con algunos convocantes o repudiar la
presencia de algún individuo en particular, pero todo ello superado porque
teníamos claro que nuestra presencia en esa marcha era prioritariamente una
primera prueba de fuego, un primer paso para recorrer el camino que muchos
estaban esperando y que personalismos y capillitas sectarias estaban
dinamitando.
¡Unidad de Acción y Coordinación!, ¡Bajo Banderas de
Guerra!