lunes, 20 de agosto de 2012

DIVERSOS FRENTES, UNA ÚNICA BARRICADA


Poli-activismo contra el espíritu de capilla: La idea antes que el ego.

Cada militante tiene una organización principal con la cual se relaciona prioritariamente y se corresponde mejor con sus propias aspiraciones y concepciones ideológicas, por lo general suele estar sujeto a una estricta jerarquía interna y a las diversas obligaciones de movimiento.

Esto no sólo es normal, si no que es absolutamente imprescindible para no caer en este síndrome tan trágicamente moderno del llamado "militante aficionado" cuya consumación política y su activismo lúdico esta completamente falto de reglas y sacrificios.

Sin embargo, la estructura principal y central de estas organizaciones debería ser vista como un "campamento base" y no como una sombría fortaleza irremediablemente amurallada entorno a sus propias afirmaciones y pretensiones, rigurosamente independientes, exclusivas y herméticamente cerradas.

Muy al contrario, este "campo de base", vendría a ser como una familia generosa que no debe combatir ni despreciar, ni a sus hermanos emancipados, ni a sus primos políticos, e incluso, a aquellos muchachos más alejados o temporalmente perdidos.

Cuando se esta tan cerca del precipicio y tan numéricamente limitado, la fuerza reside en la construcción de una red, en la interacción, en la sinergia, en la alianza, en la proximidad entre esas mismas fronteras que nos hemos interpuesto; no en la crispación entre pequeños grupúsculos, en los cálculos de comerciante por encontrar una irrisoria hegemonía.

Cuando se está seguro de lo que se es y de lo que se quiere, la ayuda mutua, el compromiso pragmático, la unión circunstancial, el echar una mano y la colaboración práctica no tienen porque verse como algo delicado y comprometedor.

Consciente de todo aquello de lo que se puede prescindir pero guardando siempre en la cabeza el objetivo fundamental, el militante espabilado y eficaz procura no censurar ninguna vía y se burla de las etiquetas si el contenido del proyecto o de la acción le parece útil y beneficioso.

Todo lo que defienda y promueva la familia tradicional, fomenta el orden, la justicia social, la meritocracia; todo lo que tienda a revitalizar nuestra identidad, para proteger y desarrollar nuestra cultura y elevar al hombre por encima de la simple satisfacción de sus propios instintos es nuestro, nos pertenece.

Las disputas sobre los puntos de doctrina y los detalles del programa los ajustaremos después de la revolución, cuando lo esencial haya sido salvado.

Lo esencial, es decir, una idea cierta del hombre.

Texto: Zentropa.
Traducción: PintanBastos!