PROHIBID TRANQUILOS
Prohibid, prohibid tarnquilos, allí donde aún exista un halo de libertad.
Vuestra arbitrariedad no es sino la escalera por la que ascendemos sin error.
Y vuestras prohibiciones no son más que las señales de debilidad de la tiranía, que engendran resistencia.
Las jóvenes generaciones no cederán ante la fuerza bruta.
¡Permanecemos indomables y firmes en la fe!
¡Prohibid pues, prohibid libros, el sentido de la justicia y del honor, prohibid la libertad, el pueblo autóctono y la patria!
Reímos a carcajadas sobre vuestra pequeñez espiritual y lloramos vuestra falta de entendimiento
Lo que desea vivir no se deja prohibir con parágrafos, tinta y papel.
Podéis mantener esclavos y alquilar mercenarios, pero la vida y la verdad, no lo olvidéis, están con nosotros.
-Dedicado a la memoria del Dr. Fritz Stüber (1903-1978)-