jueves, 16 de febrero de 2012

SABIAS PALABRAS

¿Quién no es fascista?

Pedro cantero para TdE/A fuerza de ser sincero desconozco quien es fascista. Si me atengo a lo que nos venden los medios de comunicación, la cosa queda meridianamente clara: fascista es todo aquel que no se pliega al actual régimen partitocrático.
Cada vez que he mantenido una controversia con algún seguidor de cualquier Partido Político de este elemento de destrucción conocido por partitocracia, después de rebatirle todas sus argumentos sobre la bondad del modelo de sociedad que propugnan, al dejarlo sin explicaciones razonadas o razonables que defiendan el sistema, en vez de rebatirme mis argumentos que propugnan un cambio revolucionario en las estructuras de la nación, al quedarse sin palabras con un mínimo de coherencia, muy en su papel se dirige a mi y me dice: “tu, eres fascista”.
Lejos de preocuparme me he preguntado: ¿Quién fuera de la raya trazada por gente tan “ecuánime” como pueden ser: Pilar Bardem, Joaquín Sabina, o el idiota de Juan Diego Botto y el ínclito Llamazares, por poner un ejemplo está en disposición de no ser fascista? Muy pocos.
Quizás estos personajes desconocen el hecho, de que si a una ideología se la está desacreditando de manera sistemática, puede producir el efecto contrario al deseado y que los que la desconozcan, empiecen a mostrar interés. Nadie en España ha creado mas comunistas que Franco, debido a su contumaz persecución de los seguidores de esta doctrina. Yo tenia la percepción de que caso de celebrarse elecciones en aquella época, hubiesen obtenido unos pingües resultados.
De tanto acusarme con la palabreja, entendí que debería de tomar cartas en asunto y defenderme un poco. Y así lo hice: desde el momento en que alguien sentenciaba con el “Tu eres Fascista” cualquier comentario hecho por mi, automáticamente le contestaba: “Yo no se que es ser fascista” “Pero a ti que te veo tan preparado, seguro que me sacas de la ignorancia.” El otro o se callaba o bien, me empezaba de decir una serie de palabras inconexas que venían a refrendar su analfabetismo político. Entonces yo, todo magnanimidad, le quería facilitar la labor y sacarlo de su ignorancia.
Mira te lo voy a poner fácil: Si desear que España recobre un lugar en el mundo que por su historia le corresponde, yo soy fascista.
Si no estar de acuerdo con la fragmentación de España en 17 mini estados con el peligro de sedición en algunas regiones, yo soy fascista.
Si denunciar la corrupción política, desear que devuelvan lo robado y que se les aplique el código penal a los culpables, yo soy fascista.
Si querer eliminar las subvenciones a cambio de votos, que los sindicatos y partidos se sostengan con las cuotas de sus militantes; si pretender que los liberados sindicales vuelvan a su puesto de trabajo y no sigan de zánganos y convidados, yo soy fascista.
Si desear implantar la cogestión en las empresas como paso anterior a la autogestión sindical, yo soy fascista.
Todo lo demás: lo del aborto, los matrimonios homosexuales, los estatutos separatistas, la presencia de inmigrantes dedicados a la delincuencia, la pretensión de reabrir la guerra civil, todos esas acciones os las dejo para los demócratas, yo bajo estos parámetros seguiré siendo fascista: ¿Te queda claro?