Después de años de abolición del sometimiento, las nuevas tecnologías de la comunicación se apoderan de las personas dominándolas por completo.
Sin cadenas que aten a las personas con sus BlackBerry, esos aparatos se han convertido en el nuevo amo de miles de ciudadanos alrededor del mundo. A medida que la tecnología evoluciona, el ser humano se ha vuelto más dependiente de estas herramientas a tal punto que sin ellas se le dificulta cumplir diferentes labores en su vida.
¿Qué es una BlackBerry?
Aunque la palabra es muy usada actualmente, muchas personas no conocen la procedencia de este término, entre ellos los que tienen una BlackBerry. Esta expresión traducida al español quiere decir "cereza negra" y hace referencia al mecanismo que usaban los amos con sus esclavos en Estados Unidos para que no se escaparan, una bola de hierro de forma irregular con una cadena y un grillete que iba atado al pie de cada sometido. Justamente los dueños y señores le llamaban así por el parecido de esta bola con dicha fruta.
Conexión a la web, revisar correos electrónicos, estar siempre en contacto con el trabajo, redes sociales, entre otras, son las funciones que puedes realizar con una BlackBerry.
Lo malo de esta esclavitud
La desventaja de tener una BlackBerry es que las personas terminan volviéndose dependientes, a tal punto que no son capaces de dejar de verla por 5 minutos. Las llevan a todas partes, la oficina, reuniones familiares, paseos, e incluso a la cama, lo que trae terribles consecuencias a la persona que se vuelve adicta a su teléfono.
El estrés, el deterioro de las relaciones sociales y la pérdida de concentración son algunos inconvenientes que pueden tener los esclavos de esta tecnología.
A todas partes van con sus cadenas, grillete y su bola de hierro
Cuántos hombres y mujeres no se ven en las calles, oficinas, supermercados y centros comerciales con la mirada fija en su "Cereza Negra" tecleando mensajes para sus amigos, personas que con solo sentir la luz roja o verde y la vibración de su BlackBerry reaccionan inmediatamente y sin importarles si estaban en medio de una conversación con otra persona.
Se relacionan poco con las personas que no son sometidas, pues no hay tiempo para hablar, solo para chatear, así que si se quiere entablar una conversación hay que comprar una BlackBerry y pedir el "pin", Porque sin importar que tan cerca esté la otra persona, los esclavos solo teclean, no hablan.
En reuniones familiares estos esclavos se las pasan apartados por estar pendientes de las actualizaciones en la red, no comen por estar listos para responder algún mensaje, no se relacionan con los otros asistentes, volviéndose antipáticos e irrespetuosos con las demás personas. En sus tiempos libres no tienen un momento para disfrutar y relajarse, porque pueden perderse algo si no miran su "Cereza Negra".
No duermen porque cuando lo intentan alguien está conectado y necesita con quien conversar, compartir información o respuesta a un correo electrónico que acaba de enviar, así que no hay tiempo para descansar. Pocos son lo que apagan su Blackberry.
Una solución que se convirtió en un problema
El objetivo principal de las BlackBerry era facilitar la comunicación entre las personas sin importar el lugar del mundo donde se esté, por su rapidez en intercambiar información, pero actualmente se convirtió en una dificultad al afectar la vida social y laboral de muchas personas que no distinguen lo urgente, lo importante y lo informativo, pues responden a cualquiera de ellos como algo necesario.
En el mundo hay millones de esclavos que aunque a sus pies no llevan atados un grillete, una cadena y una bola de hierro, sí tienen una BlackBerry que no los deja ser libres y disfrutar de los momentos maravillosos de la vida. Lo que demuestra que la esclavitud no ha sido abolida por completo.
