Discurso del 8 de septiembre de 2011 en Gijón,
en el acto organizado por Asturies Non Conforme:
Durante los días previos a este acto, me pregunté a mi mismo si no sería mejor cambiar la temática del discurso del 8 de septiembre, hablar de algo diferente y que no fuera rasgarse las vestiduras o hacerse pajas mentales pensando en hechos pasados, que al fin y al cabo, por muy loables que sean ahí van a seguir, en la historia, eternos e imborrables. Preocupante es la situación crítica en la que nos encontramos, siendo el militante quien propicia el fracaso a la hora de difundir nuestras ideas y nuestras creencias, el que representa un perfil que carece de autoestima y deseos de avanzar contracorriente. ¿Cómo nos van a tomar en serio si nosotros mismos no creemos en lo que decimos defender? Mal ejemplo se da cuando llegadas las elecciones muchos se dedican a votar a partidos de ideología totalmente contraria solamente para quedar bien con los colegas y con la familia.
Considero que todos los presentes sabrán quien era Pelayo, Alfonso II, Pedro Menéndez de Avilés, Jovellanos, Tomás Bobes, Cabo Noval… Estos personajes, en cuanto a la temática, están muy tocados y hablados. De manera que hoy toca hacer una crítica, dedicada a todos los asistentes, a todos los camaradas, hombres y mujeres por igual.
Está muy bien soltar discursitos por los bares, “llenarse la boca” hablando de la Reconquista, criticar a cada uno por lo que trabaja, si estudia y si está en paro. Antes de criticar a los demás, mejor empezábamos por nosotros mismos y con un poco de suerte aprendíamos algo de humildad; humildad que se gana aprendiendo a escuchar, no a oír, escuchar sobre todo a los nuevos que empiezan y de paso, dejarnos de tonterías relacionadas con la edad y la veteranía.
Es cierto que la veteranía debería dar experiencia y un aumento del grado de humildad de cada uno, pero si la madurez estuviera directamente relacionada con los años, no sería yo quien dijese tal cosa, aquí y ahora.
Si no avanzamos es porque nos rodeamos de gente con falsos ideales, de gente hipócrita que dice ser un luchador y un creyente de primera, de gente que lo único que pretende es granjearse una cierta reputación como “máximo chungo” y destacar, sobre todo destacar y ser el protagonista de turno, que lo mismo le da llevarse a todos por medio siempre y cuando se llene su propio ego y la bolsa de vanidad.
Hay que acabar con esos “protagonistas” y con los falsos líderes, encontrar cuál es el lugar que cada uno debe ocupar (NO TODOS SIRVEN PARA LO MISMO) y a continuación elegir a alguien que de la talla, al que no importen las habladurías ni afecte el deseo de ganarse la fama eterna.(“HABLANDO DEL REY DE ROMA”) .El perfil ideal sería el que encarna Don Pelayo en la resistencia de Asturias, la del noble visigodo, el caballero y el héroe que lucha por su patria, su raza y su historia
Esto no es una película, es la vida real y aquí, por lo general, sólo hay una oportunidad a aprovechar, lo de “la segunda” le vale a esa gente que utiliza excusas para esconder sus temores y que nadie los vea, le sirve a los tibios y a los débiles que prefieren ahogar las penas en alcohol y gastar su economía en todo tipo de vicios para así no plantar cara a los problemas de verdad e intentando pensar que todo es una pesadilla.
El 8 de septiembre es el día en que deberemos hacer examen de conciencia y pensar si este es nuestro lugar, o por el contrario dedicarnos a lloriquear sin hacer nada.
UNIDAD, COMPROMISO, LEALTAD Y CONFIANZA han de marcar el rumbo y constituir nuestras verdaderas siglas.
UNIDAD Recordad siempre que si a uno le van mal las cosas al de a lado también. Hay que recupera el espíritu de comunidad, de pueblo unido….de NACIÓN.
COMPROMISO con la idea en el día a día y lealtad a la misma. Se puede modificar, adaptar….. pero nunca rechazar, olvidar y renegar de ello.
CONFIANZA y para mí lo más importante; pues sin confianza no hay camaradería y sin camaradería no hay unidad, lo que da lugar a nuestra propia desaparición.
En cuanto al número de asistencias de aquellos que se hacen llamar camaradas, en fin, no sé si reírme o llorar. A ver si nos dejamos de excusas baratas como: “tengo boda , me voy a esquiar con mi novia o tengo cumpleaños de un amigo”. Cualquiera comprende que alguien falte por enfermedad grave ya sea suya o de un familiar y también la falta de asistencia por un accidente, etc…Lo que no me entra en la cabeza ni acepto, es como sin tener nada que hacer o al menos teniendo suficiente tiempo no se asiste a lo que se convoca. No hay otra opción, todo tiene un precio y si uno no está dispuesto a pagarlo mejor se larga por el bien del grupo. Esto no es un club social ni mucho menos caritas. Lo que hagamos hoy o mañana marcará nuestro futuro de una manera u otra.
Es lamentable tener que arrastrar a la gente para que salga de casa, es muy triste tener que recordar constantemente todo tipo de fechas como las de hoy para que más de uno se digne a aparecer (mucho alardear de virilidad pero poca madurez mental para actuar). La militancia se practica todo el año y los momentos señalados como estos, deberían ser para recordar y sentirse merecedores de hacernos llamar patriotas (que además de haber decenas de momentos importantes, con celebrar 2 al año sirve). Pero lo que más me duele de todo es ver como en muchas ocasiones gran parte de los asistentes se aburren y esperan con ansia el final del discurso; más yo me pregunto, ¿Por qué no organizáis vosotros los actos y os hacéis responsables de cualquier incidente? ¿Por qué en vez de ayudar, nos dedicamos a hablar mal de todo el que hace algo, siendo movidos únicamente por el egocentrismo de cada uno?
Mientras el resto de Europa lucha y se rebela(*); aquí uno lloriquea, el otro se lamenta, aquel se pone a arengar en los bares y el que más me gusta de todos, el llamado “desaparecido de turno” que cuando se presenta te da lecciones de cómo hacer las cosas.( Este último personaje mejor “se va a freír espárragos” y deja de incordiar) (*Del resto de España mejor ni hablar).
Hoy no se habla de toda España (para eso ya tenemos el 12 de octubre), hoy el tema gira entorno a nosotros, a Asturias, nuestra patria carnal y natural, en la que nos hemos criado y crecido, en la que nos hemos formado, y en la que esperamos envejecer rodeados de seres queridos en un futuro.
Nadie va a venir a “sacarnos las castañas del fuego” pues somos unos pocos, “una minoría” como dicen los medios de propaganda del sistema y el gobierno de turno, “unos marginados”…..sólo que para mí, ser un marginado es estar al margen y no estar por debajo del resto, para nosotros estar al margen es formar parte de la verdadera élite (iluso de mí pensar en eso) frente a la masa borreguil (los perfectos inútiles e ignorantes, los futuros herederos de esta tierra)….Es tiempo de selección natural, de la ley del más fuerte, y por lo tanto, de supervivencia.
Ya no volverán banderas, ni aquellos tiempos gloriosos, sólo queda un futuro muy negro e incierto, ya no servirán las medias tintas porque sólo habrá dos senderos: el de la victoria o el de la derrota. Elegir entre “Preferimos ser lobos en un mundo de corderos” o, “La victoria no es el único camino hacia la gloria”.
