domingo, 24 de abril de 2011

FUERZA Y VOLUNTAD


TdE/San Jorge ha sido venerado en toda Europa, especialmente en la Edad Media, a causa de la leyenda y hazañas que a su figura se vinculan. Hay muchas versiones acerca de este mito que relacionan la figura del santo a su triunfo sobre un dragón, a la par que ejemplifica perfectamente la lucha de la causa cristiana frente al Islam invasor.

San Jorge nació en una región de la Capadocia (actual Turquía) entre los años 275-280 en el seno de una familia romana de origen noble y posición acomodada. En su temprana juventud su figura se asociaría a una serie de hazañas en la actual Palestina como tribuno militar, lo cual le valió el tratamiento de caballero. Su heroísmo y arrojo en combate le valieron entrar en la guardia personal del emperador Diocleciano.


La versión más antigua de la leyenda, recogida por el arzobispo de Génova Iacopo da Varazze, transcurre en la actual Libia, concretamente en la ciudad de Silca o Silene. Esta población estaba asediada por un dragón que se alimentaba de niños y mujeres sometiendo a sus gentes que vivían en un estado de pánico permanente. El rey de la ciudad ofreció al dragón todas las riquezas existentes en su territorio para librarse de él, entonces el dragón exigió la entrega de su hija, la princesa, a la cual su padre dejó tras las murallas de la ciudad. En el momento en que el dragón acudía a recoger a la princesa San Jorge apareció a lomos de su caballo para hacerle frente. Con la única ayuda de su espada y encomendándose a Dios combatió con arrojo contra el dragón al que acabó venciendo.

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