Uno de los principales argumentos del cronista oficial de Lugones para presentar a esta localidad como candidata a "Pueblo ejemplar de Asturias" que concede la Fundación Príncipe de Asturias es según sus razonamientos que " la vocación cosmopolita de Lugones sigue creciendo,...los inmigrantes suponen el 8% de la población lugonense", así argumenta su propuesta por "el espíritu de convivencia, por la mezcla de gentes de infinidad de razas y culturas procedentes de 50 países de cuatro continentes,... sin que a lo largo de los años se haya producido ningún síntoma de racismo y xenofobia".
¿Es éste el ejemplo a seguir por el resto de pueblos de Asturias? No, rotundamente no, esto supone un suicidio cultural e identitario de la poblaciónn autóctona.
¿Son de la misma opinión la mayoría de los vecinos de Lugones? Falso, no lo perciben igual quienes tienen que soportar esta mezcla de razas y culturas.
Desde el comienzo de la llegada de inmigrantes se han producido incidentes protagonizados por bandas sudamericanas y marroquíes, ha habido conflictos por el uso del velo en el instituto, los comercios chinos hacen la competencia desleal a los comerciantes de Lugones, las ayudas sociales a la vivienda se reparten prioritariamente a los inmigrantes, el centro de salud colapsado por la presencia contínua de éstos en sus salas de espera, las plazas de guardería que tienen reservadas "los de fuera" y la exclusión de "los de casa", aumento del tráfico de drogas, peleas,...la convivencia no es tan ideal como la pinta este cronista, que de seguir con su tolerancia mal entendida y su falsa integración, pronto tendrá que hacer la crónica de la defunción de esta localidad como el pueblo ejemplar que fue.
No se integran, pero es que no queremos que se integren, queremos que se vayan todos. Y que luchen "por lo suyo en su sitio", como tratamos de hacer nosotros.
